¿Como puedo ayudar yo ante una situación de conflicto dolorosa? Cuando no hay solución, ¿Qué hacer cuando la persona está viviendo un proceso de intenso dolor, una circunstancia en la que probablemente termine en un desenlace que no deseado?
Este tipo de situaciones siempre son incómodas. En general nos gusta ayudar a los demás y sin embargo evitamos acercarnos a aquellos a los que aparentemente no podemos ayudar. La incomodidad hace que busquemos palabras banales como “ánimo”, “ya verás como sales de esta”, “pronto te sentirás mejor”
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Duele sentir el dolor ajeno y da miedo involucrarse, no vaya a ser que nos quedemos con el dolor. Es fácil pensar que bastante tengo yo con lo mío como para escuchar las desgracias de los demás. A la vez, es difícil mantenerse al margen cuando alguien que te importa está sufriendo.
Para apoyar a esa persona, hay que perder el miedo a sufrir , ponerte a su altura, mirarle a los ojos, escucharle con el corazón abierto. Que sepa que estas ahí, aunque sólo sea un momento. Que te sienta sincero. Que pueda expresar eso tan profundo que lleva dentro, que le escuchas, que no le juzgas por sus sentimientos y que no estás tratando de buscar consejos para que salga de ahí. En ese momento tan sólo requiere tu atención, que le sujetes la mano, lo único que necesita es que estés, de verdad con el corazón abierto.
Y si lo haces, probablemente te dolerá su dolor. Bajar a las profundidades sin barreras es un acto de verdadero amor donde creas un espacio sanador para esa persona. Un momento mágico en donde se crea una fisura en la agonía por la cual va penetrando la luz. Esa luz que eres, la que muestras y sostienes para ella, con todo tu respeto y con tu amor.
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